jueves, 19 de enero de 2012

¿Qué es la violencia intrafamiliar?

Todo maltrato que afecte la vida o la integridad física o síquica de quien tenga o haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con él; o sea, pariente por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o en la colateral hasta el tercer grado inclusive del ofensor, su cónyuge o su actual conviviente, o bien, cuando esta conducta ocurre entre los padres de un hijo común, o sobre un menor de edad, adulto mayor o discapacitado que se encuentre bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familiar.


NUNCA ES TARDE ....

martes, 17 de enero de 2012

Concepción de Vulnerabilidad

La vulnerabilidad se entiende como el riesgo de estar en situación de pobreza y abarca tanto a los hogares que actualmente están en ese estado, como a los que pueden estarlo en el futuro. Se trata de un concepto más dinámico y amplio, destinado a identificar, no sólo a grupos familiares pobres, o que sin serlo pueden ser vulnerables, sino además, a los miembros de la familia que viven las mayores fragilidades, como son los niños y niñas, los adultos mayores, las personas discapacitadas, las madres adolescentes, las mujeres jefas de hogar.

El concepto de vulnerabilidad permite dar cuenta de una noción dinámica de la pobreza, como una condición presente o potencial y, al mismo tiempo, entrega una mejor caracterización de la pobreza “dura”, de aquellos hogares que sistemáticamente mantienen niveles de ingreso por debajo de la línea de pobreza.




¿Qué es la mediación ?

La mediación ha sido definida de diversas maneras por distintos autores y legislaciones. En el caso chileno, uno de los conceptos utilizados es el del artículo 103 de la Ley N° 19.968, que Crea los Tribunales de Familia el que establece que la mediación es “aquel sistema de resolución de conflictos en el que un tercero imparcial, sin poder decisorio, llamado mediador, ayuda a las partes a buscar por sí mismas una solución al conflicto y sus efectos, mediante acuerdos”.


En palabras simples, la mediación es un proceso que busca otorgar un espacio de diálogo directo y participativo entre 2 o más personas que tienen un problema, para que conversen sobre el origen del conflicto y las consecuencias que se han derivado del mismo. Los interesados concurren a la realización de una o más sesiones, acompañados por un tercero que facilita el diálogo, donde buscan vías de resolución del conflicto.


En el contexto familiar, por ejemplo, la mediación concedería un espacio más adecuado que las audiencias judiciales para el tratamiento de los conflictos familiares de relevancia jurídica, toda vez que permite abordar personal y directamente el conflicto, las historias comunes y la participación de cada uno, permitiendo construir la solución a través del diálogo.


El proceso de mediación apuesta a que los involucrados son personas capaces de hacerse cargo de sus propios problemas y quienes mejor pueden proponer las vías de solución, ya que han sido los directamente involucrados. Este autoconocimiento, permite visualizar de manera más clara una eventual solución al problema, ya que cada conflicto tiene características, sensibilidades y particularidades especiales, que son mejor entendidas por los propios afectados.



De esta manera el mediador/a facilita el diálogo y aporta profesionalmente para que los afectados tengan las herramientas comunicativas suficientes para finalizar su proceso de la mejor manera. Los mediadores son profesionales especializados, con estudios en técnicas de la comunicación y modelos de mediación, entre otros contenidos.


Ahora bien, la mediación suele agruparse con otros mecanismos de resolución de conflictos, tales como la conciliación, la negociación y algunas formas de arbitraje. El común denominador de estos cuatro medios no adversariales es que permiten el tratamiento del problema de manera directa y participativa, otorgando a las partes un rol protagónico en el relato de los hechos, la determinación de bases de arreglo y, finalmente, en la construcción de acuerdos.


Se denominan sistemas alternativos de resolución de conflictos, porque usualmente se presentan con relación al juicio tradicional. En este último, es un juez quien conoce y luego determina la parte que tiene la razón respecto de las pretensiones expresadas inicialmente; las partes no participan en la elaboración de la resolución final.

Los beneficios que entrega el Estado cuando estás sin trabajo

Al momento de ser despedido de un trabajo, las personas pueden acceder a una serie de beneficios para enfrentar este periodo. Está disponible el Seguro de Cesantía, así como mantener cobertura de salud y postular a becas, en caso de tener hijos.
El Seguro de Cesantía fue diseñado para proteger a los trabajadores durante el desempleo, brindándoles beneficios, tales como un ingreso económico; asistencia para la búsqueda de un nuevo trabajo; acceso a atención médica, a través del Fondo Nacional de Salud (FONASA); Asignación Familiar y capacitación. Son las Administradoras de Fondos de Cesantía (AFC Chile) las encargadas de gestionar el Fondo de Cesantía  y el Fondo de Cesantía Solidario.
El proceso de afiliación al Seguro es automático para los trabajadores dependientes que firmaron sus contratos a partir del 2 de octubre de 2002. Quienes cuentan con un contrato anterior pueden afiliarse voluntariamente en cualquier Centro de Atención, completando la “Solicitud de Afiliación”. 
Las cotizaciones del Seguro de Cesantía se calculan hasta el tope máximo de la remuneración, equivalente a 99 UF al último día del mes anterior al que debe comenzar a pagar el Seguro. Si el trabajador tiene más de un empleador, el tope rige por cada relación laboral.
Existen dos formas de acceder al Seguro de Cesantía:
  • Cuenta Individual por Cesantía de cada trabajador: se financia con las cotizaciones mensuales de los empleadores y trabajadores. La cobertura depende del tipo de contrato de trabajo: 
    • Contrato indefinido: financia hasta cinco meses de cobertura. El trabajador aporta un 0,6% de sus remuneraciones imponibles a la cuenta, mientras que el empleador contribuye con un 1,6% para la cuenta del trabajador y un 0,8% que se destina al Fondo de Cesantía Solidario. El beneficiario debe contar con 12 cotizaciones mensuales continuas o discontinuas, desde su afiliación al Seguro o la fecha en que recibió su último pago.
    • Contrato a plazo fijo: financia hasta dos meses de cobertura. El trabajador no aporta y el empleador contribuye con un 2,8% para la cuenta del trabajador y un 0,2% que se destina al Fondo de Cesantía Solidario. El beneficiario debe contar con un mínimo de seis cotizaciones mensuales, seguidas o discontinuas, desde su afiliación al Seguro o la fecha en que recibió su último pago.
  • Fondo de Cesantía Solidario (FCS): complementa el ahorro individual. El Fondo se financia con el aporte que hace el empleador, además, de los recursos que entrega el Estado. Para acceder los trabajadores deben registrar al menos 12 cotizaciones mensuales en el FCS en los últimos 24 meses y acreditar tres cotizaciones seguidas con el mismo empleador. La cobertura del Fondo de Cesantía Solidario, depende del tipo de contrato de trabajo:
    • Plazo indefinido, contempla cinco giros, siempre que el trabajador cumpla con los requisitos respectivos. Adicionalmente, podrá solicitar dos giros adicionales, los que se otorgarán dependiendo de la tasa de desempleo nacional.
    • Plazo fijo, puede obtener hasta dos giros, siempre que cumpla los requisitos.
Si el trabajador nunca queda cesante, al pensionarse podrá traspasar el total del saldo acumulado a su cuenta de capitalización individual de la AFP. También puede retirar en un solo giro todos sus fondos ahorrados, sin pagar impuestos. En caso de fallecimiento del trabajador activo, los recursos acumulados constituyen herencia.
Para saber si está afiliado al seguro de Cesantía vea en Consulta en línea sobre la afiliación al fondo de cesantía.
En el caso de los beneficios médicos, el Fondo Nacional de Salud (Fonasa) contempla mecanismos especiales para personas sin trabajo:
  • Percibe Subsidio de Cesantía (otorgado por la Municipalidad de su comuna): diríjase a la sucursal de Fonasa más cercana a su domicilio con el comprobante de pago del Subsidio de Cesantía, el certificado para la obtención de la credencial de salud (completo) y su Cédula de Identidad.  Obtiene gratuidad en todas las atenciones de salud que requiera (modalidad institucional o establecimiento públicos).
En caso que necesite acreditar sus cargas familiares, debe presentar el documento emitido por el Instituto de Previsión Social (IPS, ex INP) o la Caja de Compensación de Asignación Familiar a la que está afiliado. Este trámite lo deberá realizar en marzo de cada año si sus hijos tienen entre 18 y 24 años.
  • Acogido al Seguro de Cesantía (los trabajadores contratados a partir de octubre del año 2002): ingresa automáticamente a Fonasa, a través de la información entregada por la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Si se cambió de Isapre a Fonasa deberá concurrir a cualquier sucursal de Fonasa para acreditar su condición, presentando el certificado para la obtención de la credencial de salud, además del último comprobante de pago del Seguro de Cesantía, su Cédula de Identidad y la carta de desafiliación (si existe).
Si carece de Subsidio y Seguro puede solicitar su acreditación como persona Carente de Recursos en el establecimiento de Atención Primaria u Hospital donde se atiende.
Si se mantiene en Isapre, pero quiere cambiar su plan de salud, debe suscribir un contrato individual con la institución que escoja, documento que establece la modalidad y las condiciones (valor del plan, período, restricciones en la cobertura, término del contrato, entre otros) para acceder a los beneficios médicos.
Pensando en los hijos de personas sin trabajo se han desarrollado una serie de becas o ayudas.
  • Gratuidad para Prekinder y Kinder (cuatro y cinco años cumplidos al 31 de marzo del año escolar, respectivamente) en escuelas municipales que reciben subvención del Estado o particulares sin financiamiento compartido. 
La Fundación Integra y la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) también ofrecen gratuidad en sus salas cuna y jardines infantiles (niños entre los 84 días, y 4 años y 11 meses de edad). 
  • Para Educación Básica y Media:
El Estado garantiza 12 años de escolaridad obligatoria y gratuita para todos los niños y jóvenes de nuestro país. En todas las regiones existen establecimientos educativos que están libres del pago de matrícula y/o mensualidad. Para conocer sus proyectos educativos, además de los resultados comparativos del SIMCE y la Prueba de Selección Universitaria (PSU) ingrese aquí.
En estos colegios puede acceder a  textos escolares gratuitos entregado por el Mineduc y útiles escolares sin costos , apoyo alimenticio y atención  médica especializada, en el caso de esta última corresponde a oftalmología, otorrinolaringología, traumatología y odontología.


También está disponible el Programa Vivienda Estudiantil  y Beca de Integración TerritorialBeca de Apoyo a la Retención Escolar (BARE)  que consiste en apoyo económico al estudiante de Enseñanza Media para que no deserte de la escuela.  Beca Presidente de la República para la Educación Media que apoya económicamente a los estudiantes con excelente rendimiento académico; Beca Prueba de Selección Universitaria (PSU)  que garantiza la gratuidad en esta prueba. 
  • Educación Superior:
Los estudiantes egresados de Educación Media, que no cuentan con los recursos necesarios para continuar sus estudios en una Universidad, Instituto Profesional o Centro de Formación Técnica, podrán postular a una serie de becas que ofrece el Mineduc como Vocación de Profesor; Beca Excelencia Académica dirigida al 5% de los mejores egresados de enseñanza media;  Beca Juan Gómez Milla: para estudiantes de escasos recursos; Beca Nuevo Milenio para quienes postulan a una carrera técnica en una Universidad, Instituto Profesional o Centro de Formación Técnica; Beca Bicentenario pensada en los  estudiantes que postulan a una universidad tradicional; Beca para Hijos/as de Profesores, orientada a los estudiantes que postulan a una Universidad, Instituto Profesional o Centro de Formación Técnica  destinada  a los estudiantes que tienen ascendencia indígena.

viernes, 13 de enero de 2012

EL TRABAJO SOCIAL CON FAMILIAS


La intervención del trabajador social en el grupo familiar tiene como objetivo la mejora de alguna de las condiciones
de sus miembros. Esta mejora implica, sin duda, la movilización de elementos personales y relaciónales
 1
: Sentimientos, actitudes, comportamientos, y asimismo movilización y
utilización de elementos externos: Recursos materiales, técnicos, servicios.
Además de la movilización de los aspectos anteriormente mencionados, el trabajador social tendrá que recibir y contener diferentes estados emocionales del grupo familiar: Ansiedades, angustias, agresividad, pasividad, y al mismo tiempo tendrá que estimular los aspectos
más constructivos y maduros de los mismos. En definitiva, tendrá que
movilizar recursos personales y sociales para que la familia, en un plazo más o menos corto, pueda recuperar o adquirir capacidades que les
permitan vivir y actuar de una forma más satisfactoria y autónoma.
Así pues, la eficacia de la intervención se podría valorar más con
el aumento de la capacidad del grupo familiar para hacerse cargo y superar nuevas dificultades, que con la resolución concreta y específica
de la demanda que le ha llevado a acudir al trabajador social.
Para ampliar los aspectos más capacitados, más autónomos, más
adultos del grupo familiar, es necesario conocer y comprender de la
manera más profunda posible las necesidades básicas que determinan
las dificultades y actuación del grupo, los mecanismos que marcan la
dinámica social y la interacción que continuamente se establece entre
los diferentes elementos.
La intervención del Trabajador social debe ser globalizadora, dirigida a encauzar todos los aspectos que están distorsionados y evitar
atender solamente alguno de ellos, parcializándolos. Del mismo modo
la intervención irá dirigida no sólo a solucionar el problema del mo-
1
 Klein, M. Love, guilt and reparations, Othesa Work, Llogart Press and Institute of Psychoanalysis, Londres, 1975. 26  Isabel Ramírez de Mingo
mentó, sino en su conjunto. Así se evitará el satisfacer algún aspecto
concreto y distorsionar otros
 2
.
El seguimiento de una situación familiar problemática requiere tener un conocimiento de la misma que permita:
— Establecer objetivos que previsiblemente se puedan lograr basados en la movilización de recursos de la propia situación, de
recursos sociales y de los que el propio servicio puede ofrecer.
— Determinar de qué manera se llevará a cabo el tratamiento y
qué medios y recursos técnicos probablemente se tendrán que
emplear.
— Decidir cuáles son los aspectos prioritarios y cuáles los que se
han de atender en segundo lugar, dada su menor urgencia, o
porque se atenderán paralelamente a los prioritarios, o porque
éstos últimos son condición para tratar los primeros.
La atención a la familia empieza cuando el trabajador social establece la primera relación con ésta y con la situación con la que deberá
trabajar.
El proceso se inicia en el punto donde se halla la familia, involucrándola en la identificación y localización de sus dificultades y de sus
recursos.