viernes, 13 de enero de 2012

EL TRABAJO SOCIAL CON FAMILIAS


La intervención del trabajador social en el grupo familiar tiene como objetivo la mejora de alguna de las condiciones
de sus miembros. Esta mejora implica, sin duda, la movilización de elementos personales y relaciónales
 1
: Sentimientos, actitudes, comportamientos, y asimismo movilización y
utilización de elementos externos: Recursos materiales, técnicos, servicios.
Además de la movilización de los aspectos anteriormente mencionados, el trabajador social tendrá que recibir y contener diferentes estados emocionales del grupo familiar: Ansiedades, angustias, agresividad, pasividad, y al mismo tiempo tendrá que estimular los aspectos
más constructivos y maduros de los mismos. En definitiva, tendrá que
movilizar recursos personales y sociales para que la familia, en un plazo más o menos corto, pueda recuperar o adquirir capacidades que les
permitan vivir y actuar de una forma más satisfactoria y autónoma.
Así pues, la eficacia de la intervención se podría valorar más con
el aumento de la capacidad del grupo familiar para hacerse cargo y superar nuevas dificultades, que con la resolución concreta y específica
de la demanda que le ha llevado a acudir al trabajador social.
Para ampliar los aspectos más capacitados, más autónomos, más
adultos del grupo familiar, es necesario conocer y comprender de la
manera más profunda posible las necesidades básicas que determinan
las dificultades y actuación del grupo, los mecanismos que marcan la
dinámica social y la interacción que continuamente se establece entre
los diferentes elementos.
La intervención del Trabajador social debe ser globalizadora, dirigida a encauzar todos los aspectos que están distorsionados y evitar
atender solamente alguno de ellos, parcializándolos. Del mismo modo
la intervención irá dirigida no sólo a solucionar el problema del mo-
1
 Klein, M. Love, guilt and reparations, Othesa Work, Llogart Press and Institute of Psychoanalysis, Londres, 1975. 26  Isabel Ramírez de Mingo
mentó, sino en su conjunto. Así se evitará el satisfacer algún aspecto
concreto y distorsionar otros
 2
.
El seguimiento de una situación familiar problemática requiere tener un conocimiento de la misma que permita:
— Establecer objetivos que previsiblemente se puedan lograr basados en la movilización de recursos de la propia situación, de
recursos sociales y de los que el propio servicio puede ofrecer.
— Determinar de qué manera se llevará a cabo el tratamiento y
qué medios y recursos técnicos probablemente se tendrán que
emplear.
— Decidir cuáles son los aspectos prioritarios y cuáles los que se
han de atender en segundo lugar, dada su menor urgencia, o
porque se atenderán paralelamente a los prioritarios, o porque
éstos últimos son condición para tratar los primeros.
La atención a la familia empieza cuando el trabajador social establece la primera relación con ésta y con la situación con la que deberá
trabajar.
El proceso se inicia en el punto donde se halla la familia, involucrándola en la identificación y localización de sus dificultades y de sus
recursos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario